Las pastas con flúor pueden afectar la salud de tus hijos.
Ya hemos hablado del exceso de flúor en el organismo, el cual se manifiesta a través de manchas blancas y porosidad aumentada en los dientes (fluorosis). Pero existen otros riesgos de salud en la infancia relacionados con este mineral.
Vamos por partes. A diferencia del calcio, el fósforo y el magnesio, por citar sólo algunos, el flúor no es un mineral indispensable para el funcionamiento de nuestro cuerpo.
Sin embargo, se utiliza en odontología debido a su capacidad para fortalecer el esmalte dental. Pero ¿qué sucede cuando un niño se cepilla hasta tres veces al día con una pasta que contiene flúor?
La mayoría de los niños antes de la adolescencia, sobre todo, no realizan un correcto enjuague bucal luego del cepillado, por lo que al usar una pasta con flúor llegan a consumir importantes cantidades de este mineral.
En este caso, pueden sufrir náuseas, así como problemas gastrointestinales que se confunden con síndrome de colon irritable, por ejemplo. Además, al ser absorbido por las mucosas de la boca, el flúor puede afectar el metabolismo de la glucosa en sangre y causar trastornos de hiperactividad o del habla.
Algunos estudios científicos ubican al flúor como una causa probable de trastornos de sueños al afectar la producción de melatonina en la glándula pineal. También mencionan hipertiroidismo.
Lo cierto es que los niños no deben usar pastas con flúor. Las aplicaciones de este mineral deben realizarse siempre por un odontólogo en condiciones controladas. Tu dentista puede aconsejarte sobre cómo fortalecer el esmalte dental de tus pequeños sin recurrir al flúor.