La saliva y el sarro dental
Después de la caries, el sarro o cálculo dental es el causante de dos de las enfermedades con peores consecuencias para tu boca: la gingivitis y la periodontitis. Ambas pueden llevarte a la pérdida de piezas. Se manifiestan con dolor, inflamación y sangrado de encías. Para combatir la formación de sarro todos los días, enfoca tu cepillado a los dientes donde la salivación es mayor.
- El sarro se compone de calcio.
- Este mineral satura la saliva con el fin de ayudar a remineralizar el esmalte dental.
- Cepilla entonces con mayor énfasis los dientes cercanos a las glándulas salivales. Ahí se acumula más el sarro.
- Nos referimos a los dientes inferiores delanteros de la boca, – cerca del frenillo, debajo de la lengua-, así como a las muelas superiores ubicadas casi a la altura de la articulación de la mandíbula.
Reduce el consumo de lácteos.
- Los productos lácteos resultan ricos en calcio.
- Su consumo elevado puede provocar exceso de este mineral en saliva y con ello aumentar el riesgo de formación de sarro.
Una vez formado, sólo tu dentista puede retirar el sarro de tu boca mediante una limpieza especializada. Visítalo regularmente.