Bebés en riesgo por enfermedad periodontal
La enfermedad periodontal –una infección en los tejidos que sostienen los dientes– es un factor de riesgo muy alto de parto prematuro.
Esto se debe a la presencia de bacterias anaerobias –que proliferan sin oxígeno- ante las cuales el sistema inmunológico de la persona busca defenderse a nivel celular por medio de la secreción de proteínas denominadas citoquinas y de sustancias conocidas como prostaglandinas.
Las prostaglandinas se encargan, entre otras cosas, de controlar la presión arterial y la contracción de los músculos, por lo que pueden estimular al útero para desencadenar el parto antes de tiempo.
Se considera nacimiento prematuro al que sucede antes de la semana 37 de gestación o cuando el peso del bebé no alcanza los 2500 gramos (2.5kg). En ambas casos, los infantes tienden a presentar problemas en su desarrollo oral.
Algunos de estos niños sufren traumatismos bucales debido a la intubación endotraqueal a la que deben ser sometidos al nacer. Debido a ello presentarán alteraciones en los dientes incisivos superiores, principalmente.
Las patologías orales más frecuentes en bebés prematuros son:
- Defectos de esmalte como pérdida del mismo y opacidades (riesgo de caries)
- Alteraciones a nivel del paladar, como fisura y mordida cruzada
- Maduración y erupción dentaria tardías
- Dientes de menor tamaño
Otros desencadenantes de un parto prematuro, van desde el consumo de alcohol y drogas, hasta la edad de la madre –muy joven o en edad madura-, así como factores asociados a la pobreza.
Una rutina de higiene bucal que incluya cepillado, enjuague e hilo dental, por lo menos dos veces al día, resulta una forma efectiva de evitar la formación de sarro y con ello prevenir la enfermedad periodontal y sus riesgos en el embarazo.
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