Mi hijo tiene dificultades para comer
Problemas como sobremordida –los dientes superiores cubren a los inferiores más de lo normal-, labio leporino o paladar hendido en los niños pueden acarrear trastornos de deglución.
A la dificultad para deglutir se le conoce como disfagia; los alimentos o líquidos no pasan fácilmente desde la boca hacia la garganta y por el esófago hasta el estómago.
Esta situación puede causar que los alimentos o líquidos sean aspirados al pasar por la tráquea y lleguen a los pulmones con riesgo de ocasionar neumonía, entre otros trastornos.
Los infantes con disfagia no comen lo suficiente. Esto les produce desnutrición, incapacidad para aumentar de peso o crecer adecuadamente.
¿Cómo saber si tu hijo tiene disfagia?
- Ingesta lenta
- Intentos repetidos de tragar un mismo bocado
- Dificultad para coordinar la succión y la deglución
- Arcadas durante la alimentación
- Tos o atragantamiento al comer
- Regurgitación o vómitos
- Pérdida de peso
Además de los dentales y bucales, existen otros factores capaces de ocasionar disfagia: amígdalas grandes, tumores, malformaciones del tracto digestivo, etc.