Dismorfia dental, el alto costo de una sonrisa perfecta
La moda de las “selfies” ha incidido en el incremento de la llamada dismorfia dental, un trastorno que provoca en algunas personas una obsesión irracional hacia la apariencia de su boca.
En ocasiones, los lentes de los teléfonos móviles hacen que los dientes se perciban de mayor tamaño de lo que en realidad son y ahí comienza la ansiedad ante un supuesto defecto en la sonrisa.
Cabe aclarar que esta patología se encuentra ligada a la preocupación obsesiva por la apariencia física (trastorno dismórfico corporal).
Es decir, la imagen de su boca no es lo único que suele afligirles a estos pacientes, quienes llegan a gastar cuantiosas sumas de dinero en tratamientos cosméticos, incluso afectando su salud.
Cómo se manifiesta la dismorfia dental.
- La persona se angustia por un defecto físico menor.
- Tiene dificultades a causa de su obsesión con dicho defecto.
- Cree que los demás le tratan de manera diferentes por el defecto.
- Su comportamiento resulta excesivo en relación al defecto.
- Busca un tratamiento innecesario o radical para solucionarlo.
- Muestra una insatisfacción irracional ante los resultados del tratamiento.
Algunas personas consiguen una “sonrisa perfecta” a costa de vivir una historia de horror que deja sus dientes en una situación de salud vulnerable; peor que cuando iniciaron el tratamiento.
“Si no está descompuesto, mejor no lo arregles”, reza el refrán.
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