Nuevos hallazgos en torno a las incrustaciones dentales mayas
Las incrustaciones dentales de piedras preciosas fueron comunes entre los mayas.
Esta práctica, en la que se empleaban el jade, la turquesa o la hematita, no buscaba fines estéticos o rituales únicamente, sino también terapéuticos.
Según un estudio publicado en la revista Journal of Archaeological Science Reports, los adhesivos usados además de muy potentes, prevenían la caries y disminuían la inflamación.
En los selladores empleados se identificaron moléculas orgánicas provenientes de resinas vegetales, como el alquitrán de pino con propiedades antibacterianas o la esclareolida; un fungicida.
También se encontraron aceites esenciales de la familia de la menta, con efectos antiinflamatorios.
Al parecer, el acceso a estas técnicas era generalizado entre la población, independientemente de la clase social, revelan las nuevas investigaciones.
En el estudio participaron científicos del Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Autónoma de Yucatán, así como de las universidades de Harvard y Brown.